Arquitectura: López González Studio
Locación: Xalapa, VER.
Tipo: Paisajismo
Estado: Ejecutado
Este jardín nace de la espera. De mirar el cielo de Xalapa y reconocer, en la humedad que se acumula, una promesa compartida. La lluvia no llega de golpe: se anuncia en la neblina espesa, en el aire que cambia de peso, en el silencio breve antes del agua.
Tláloc es una celebración discreta de ese ciclo. Un espacio que se activa cuando llueve, cuando el suelo se oscurece y las plantas despiertan otras capas de sí mismas. Aquí, el jardín no se muestra del todo en seco; se revela con el agua.
Aquí habita un guayacán. Su floración marca el inicio de la temporada de lluvias, como una señal que no necesita palabras. No ordena el jardín, lo acompaña. Su presencia es un calendario vivo, atento al ritmo del año y a la paciencia de quien observa.
Con la lluvia llegan también los aromas. La citronela, el zacate limón, el toronjil. No están ahí para ser percibidos todo el tiempo, sino para aparecer cuando el cuerpo camina mojado, cuando el roce activa la memoria olfativa. El jardín se reconoce entonces por el olor del agua tocando hojas.
Tláloc no busca representar la lluvia, sino convivir con ella. Se deja atravesar, empapar, transformar. Es un jardín que respira con el clima y se mueve con el tiempo, entendiendo que el paisaje no es un fondo, sino un organismo vivo que responde, anuncia y acompaña la vida cotidiana.